En un presente impreciso, el mensaje de una enigmática mujer anticipa un futuro inminente. Mientras el imperio se extiende, la resistencia se va formando. Un cortometraje distópico acerca de los procesos de gentrificación en una ciudad que podría ser Buenos Aires.
En un mundo que promete la vida perfecta, Marie Anne intenta escapar.
En ese momento su huella se pierde para siempre.
Foundfootage realizado a partir de publicidades recuperadas por el Museo del Cine de Buenos Aires de los años 1976-1983.
China muerta es un ensayo experimental sobre el largometraje «Prisioneros de la tierra» del director Mario Soffici del año 1939; considerada la primera película argentina de denuncia social. La pieza aborda la opresión a las mujeres en diferentes épocas, el personaje femenino de la película, las trabajadoras de los yerbales en la actualidad y la figura religiosa de María.
“…la fuga apasionada de la mujer por la temblorosa noche del monte”, [J.L Borges, Sur número 60, septiembre de 1939]
Del otro lado del mar es un ensayo audiovisual de base documental que reflexiona sobre la inmigración, la nostalgia y la añoranza. Un relato en primera persona que recorre fragmentos de una vida en el extranjero.
Unas imágenes del mar prendido fuego disparan un sueño recreado en 3D con unas fotos de mi papá en una planta petrolera en la Patagonia. Allí se cruza un recorrido en relación a las ausencias, las marcas en el cuerpo y la construcción de masculinidad de los trabajadores del gas y petróleo.
El 20 de julio de 1976 llegó a la Tierra la primera imagen de Marte. Esa misma noche, en Jujuy, las luces del ingenio Ledesma se apagaron por completo: 400 personas fueron secuestradas por los militares, con el apoyo de la empresa azucarera. En junio de 2023, a casi 47 años del apagón, se realiza el primer streaming desde Marte, mientras el pueblo jujeño enfrenta al gobierno en las calles.
Voy a empezar por el final. Conocí a Ignacio en un taller literario. Ambos perseguíamos objetivos muy distintos. Él iba a pulir un guión de una película, yo iba a pasar el tiempo y conectarme, aunque sea tarde, con lo que quise hacer toda mi vida: Escribir.
Entablamos una muy buena relación. No sé por qué, pero algo en él me hace acordar a mi, a mi yo de 30 años. Cuando le comenté de este viaje, cuando le dije que era un viaje sin retorno, me propuso filmar mi testamento. Me ofendí. Sentí que era una exceso de confianza. Pero a los pocos días lo llamé y le dije que aceptaba. Me trajo un celular y me dijo que filmara lo que quisiera y se lo enviara. Él se iba a encargar del resto.